martes, 16 de junio de 2015

LECTURA: Alimentos del Futuro

Cómo será la comida del futuro


La escasez de alimentos es uno de los mayores problemas derivados del aumento de población del planeta a los que se enfrenta la humanidad. Algunos expertos aseguran que, al ritmo de crecimiento actual, las hambrunas se extenderán por todos los continentes en unas pocas décadas.
Para tratar de evitar esta situación, muchos científicos intentan encontrar la forma de producir alimentos en gran cantidad y con el menor consumo posible de recursos naturales. Una labor, sin duda titánica, pero que ya comienza a dar algunos frutos. En el blog «Diario ecología» se hacen eco de esos esfuerzos y nos muestran cómo podrían ser los alimentos del futuro.


1.-Almidón de árboles: Un grupo de ingenieros estadounidenses ha desarrollados una tecnología capaz de producir almidón comestible a partir de la pulpa de madera. Según sus pruebas, bastan 200 kilos de materia prima para obtener hasta 20 kilos de almidón. Esta cantidad podría proporcionar hidratos de carbono suficientes para nutrir a una persona durante 80 días. Las previsiones de desarrollo indican que en 2050 esta tecnología permitirá proporcionar alimentos baratos al 30% de la población del planeta.


2.-Pizza en 3D: La NASA está financiando el diseño de una impresora 3D destinada a fabricar comida. En la actualidad, el prototipo está experimentando con la impresión de pizzas. Para ello, utiliza cartuchos llenos de los ingredientes en polvo. Estos se mezclan y calientan antes de imprimirse capa a capa. El dispositivo tiene como objetivo poder variar la dieta de los astronautas en el espacio.


3.-Carne cultivada en laboratorio: El pasado año, un equipo de la Universidad de Maastricht cocinó la primera hamburguesa cultivada in vitro, creada a partir de células madre de vaca, tras tres años de investigación. Crear una pieza de de 141 gramos costó 250.000 euros y resultó ser algo seca, ya que los investigadores aún no saben cómo crear vasos sanguíneos y grasa. En cualquier caso, calculan que en el futuro, unas pocas células madre bastarán para obtener entre diez y quince toneladas de carne con esta técnica.


4.-Carne impresa en 3D: Una empresa estadounidense ha presentado una carne fabricada en una impresora 3D, capa a capa, a partir de células extraídas del animal en una biopsia. Según sus creadores, el producto puede constituir un remedio contra la ateroesclerosis, puesto que no contiene grasas.


5.-Embalajes comestibles: Especialistas de la Universidad de Harvard han diseñado un aparato capaz de producir hasta 100 embalajes por hora a partir de una mezcla de minúsculas partículas de chocolate, nueces o cereales, calcio y una sustancia extraída de los crustáceos o las algas denominada quitosano. Además de ser comestible y reducir el volumen de basura generada por la industria alimentaria, este embalaje protege de la humedad la comida que está en su interior.


6.-Insectos: La carne de los insectos es más rica en proteínas y mucho más barata que la carne creada en laboratorios. Además, estas criaturas son mucho más fáciles y cómodas de criar que las reses. Quizá por ello, la FAO considera a los insectos comestibles como uno de los alimentos del futuro y algunos restaurantes de Europa y Estados Unidos comienzan a incluirlos en sus cartas. Además, varias empresas occidentales han comenzado a experimentar con diversas formas de incorporar las proteínas de insecto a sus productos.


7.-Algas: Puede que las algas se encuentren en el escalón más bajo de la cadena alimenticia, pero pueden ser una solución para algunos de los problemas más complejos del mundo, incluida la escasez de alimentos. Sirven como alimento para los seres humanos y los animales, y pueden cultivarse en el océano. Desde hace mucho tiempo éstas forman parte de la dieta en Asia, y países como Japón tienen enormes granjas de algas. Al igual que los insectos, pueden añadirse en la preparación de otros alimentos sin que nos demos cuenta. Y como existen 10.000 tipos en el mundo, el sabor que pueden aportar es bien variado.


8.-Los alimentos transgénicos:
Los mayores cambios y los que parecen considerarse un tabú son los que traerá la ingeniería genética en plantas y animales. A pesar de las reticencias de la opinión pública, el camino ya está abierto. "Muchos productos están protegidos por patentes y conservados en el cajón hasta que haya más permisividad a los transgénicos", nos cuenta José Vicente Carbonell desde el CSIC. "Los avances van a ser muy importantes, en cuanto aumentar la productividad, la resistencia a plagas, incorporar nutrientes y también se van a dar en el campo animal".
A pesar de la imaginería apocalíptica, los laboratorios no andan trabajando en un pollo con patas de cerdo ni vacas que den leche con cacao, sino en pequeñas mejoras que permitan mejorar la producción de leche o combatir enfermedades. Un ejemplo muy conocido es el de los cerdos que han sido modificados genéticamente para que su saliva segregue una enzima llamada fitasa que les permite absorber mejor el fósforo en su alimentación: esto permite que sus heces sean menos contaminantes y que los ganaderos no tengan que agregarle un suplemento a la comida para evitar este problema.
"Muchos alimentos funcionales que hoy en día están en fase de desarrollo se basan en organismos transgénicos", asegura José Miguel Mulet, "como la carne de cerdo baja en colesterol, el arroz dorado (éste además libre de patente), la patata dorada (menos famosa que el arroz). A la larga, o a la corta, Europa va a abrir la mano en el tema de los transgénicos. No les queda otra".
El primer choque serio en este terreno fue el de la empresa AquaBounty, que intentó que las autoridades de EEUU le autorizaran a comercializar una variedad de salmón transgénico para consumo humano. Provisto de un gen de otra especie, este nuevo salmón crecía a más velocidad y alcanzaba el tamaño para la venta en la mitad de tiempo. En verano de este año, el Congreso de EEUU paralizó la iniciativa. A pesar de que AquaBounty insistió en que todos sus salmones serían hembras estériles, venció el temor a que esta variedad invadiera el océano y compitiera con los salmones salvajes. Una primera batalla perdida por los transgénicos, pero ni mucho menos la última.


PREGUNTAS
1. ¿Qué alimentos te gustan más? ¿Qué opciones te gustan menos?
2. ¿Crees que es imposible producir suficiente comida en el mundo para alimentar a toda la población? ¿Qué se debe priorizar a la hora de alimentar a la población?
3. ¿Cómo se debe producir la comida? ¿Localmente? ¿A gran escala? ¿Debe ser de una forma sostenible y ecológica? ¿Cómo crees que será en el futuro?
4. ¿Qué te parece la idea de “imprimirte” la comida? ¿Y la idea de comer el embalaje de la comida?
5. ¿Comerías insectos? ¿Y como acompañamiento a un plato principal?
6. ¿Qué opinas sobre los alimentos transgénicos? ¿Crees que son beneficiosos o perjudiciales para la salud? ¿Crees que tomamos alimentos transgénicos sin saberlo?
7. ¿Deberíamos comer más algas en la cocina occidental? ¿Crees que sería saludable?

8. ¿Crees que es posible cambiar los hábitos de alimentación de occidente por estos nuevos tipos de comida? ¿Cuál crees que sería el más fácil? ¿Y el más difícil de integrar?
9. ¿Qué piensas de los alimentos funcionales? ¿Funcionan?

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