martes, 21 de abril de 2015

TÓPICOS TÍPICOS de España

Los gallegos

Tienen un acento contagioso, si pasas más de 5 días allí o más de 5 días con algún gallego, de repente estás hablando en pasado y ni te das cuenta, ¿oíste?

Tienen morriña, ese sentimiento mundialmente conocido al que cantó Rosalía de Castro y que no llegas a comprender hasta que no te vas de su hermosa tierra.
Son desconfiados, pero solo al principio. Tardan tiempo en ofrecerse a los demás, pero cuando lo hacen, ya tienes un amigo para toda la vida.

Los asturianos

Son muy patriotas. España es Asturias y el resto, tierra reconquistada. Un asturiano no sale de la “tierrina” sin su bandera.

Solo beben leche Asturiana. Si tienen que remover Roma con Santiago o hacerse una ruta de supermercados por tu ciudad, lo hacen. Un asturiano no duerme tranquilo hasta que no encuentra su leche.
Beben mucho. Obvio, tienen la mejor sidra del país. Lo primero que hacen nada mas llegar a Madrid es buscar un bar asturiano para beber sidra y sentirse como en casa.

Los cántabros

Hablan cantando. Da igual en que parte de Cantabria estés, en el oeste cantarás con acento asturiano y en el este con acento vasco.

Son muy orgullosos. No te rías de un cántabro o digas algo en contra de Cantabria porque se sentirán muy ofendidos. Ahora, a la hora de reírse de los demás, son los primeros que se suben al carro.
Tienen las mejores anchoas del mundo. Si querido Revilla, ya se lo hemos oído decir 100.000 veces, pero lo puede usted decir otras 100.000 más. Son las mejores sin duda.

Los vascos

Son cabezotas, no le digas a un vasco que algo no se puede hacer porque lo hará. Si hace falta te corta un tronco o te mueve una piedra, pero seguro que lo hará.

Si hay que ir de fiesta, se va. Ellos inventaron el término “gaupasa” (pasar la noche sin dormir). Si no tienes con quién salir de fiesta, llama a un vasco, se apunta seguro.
Son fríos, no esperes un abrazo de un vasco. Primero te observa, luego te invita a cenar, después te lleva a beber (a ver quién aguanta más) y si consigues hacer ”gaupasa” con él, igual empieza a soltarse.

Los navarros

Son vascos. (No todos). De hecho por historia, quizás los vascos deberían ser navarros. Pero, ante todo y sobre todo, el navarro es muy navarro y no le lleves la contraria porque siempre tendrá la razón.

Son muy brutos. El navarro es bruto por naturaleza, bruto para subirte un mueble a un séptimo sin ascensor y bruto para comerse un menú de siete platos, postre, café y gintonic.
Tienen las mejores fiestas del país, y no nos referimos a los sanfermines, nos referimos a las fiestas de los pueblos.

Los riojanos

Comen mucho, en La Rioja no existe el menú de dos platos, allí te ponen un plato, otro, otro más y así hasta que salgas rodando de la bodega. Ya sea por la comida o por el vino.

Son borrachines, si tu comunidad tuviese el nombre de la denominación de origen vinícola mas famosa del mundo habría que verte.
Son hospitalarios, un riojano te hace sentir en casa desde el primer día, nunca te irás de La Rioja sin darte cuenta que no todo es vino en la región.

Los aragoneses

Gritan mucho, bueno, hablan con energía, que no es lo mismo. Cuenta la leyenda que en la zona de los Pirineos Aragoneses la gente se comunicaba entre los pueblos a grito pelao.

Son tercos. A un aragonés se le mete algo entre ceja y ceja y de ahí no lo sacas ni a tiros. Si no, ¿por qué te crees tú que acentúan las palabras dónde les sale de los cojones?
Son muy expresivos. Un aragonés te dice las cosas claras y sin rodeos, si estás feo estás feo, y punto.

Los catalanes

Son tacaños. Bueno, ahorradores.

Hablan Catañol. Corre el rumor por el resto de la península de que un catalán siempre te responde en su idioma, pero no es cierto. La verdad es que lo mezclan sin querer.
Son muy trabajadores. Eso no sabemos si será verdad, pero lo que está claro es que se venden como nadie.

Los castellano-leoneses

Hablan un castellano perfecto. Bueno, puede que en Valladolid capital se hable bien.

Son muy Generosos, puedes pasarte 7 días en las fiestas de cualquier pueblo y volver a casa con más dinero del que llevaste. Te invitan a todo.
Visten muy bien, sobre todo en las capitales de provincia. Ya pueden ir a misa, a votar, a tomar el vermut o a una feria de hortalizas, ellos siempre irán de punta en blanco.

Los castellano-manchegos

Son gañanes.

Tienen un humor muy particular. Humor cargado de buenas intenciones.
Son gente sencilla, humilde y con un toque de locura quijotesca que los hace únicos.

Los madrileños

Son chulos, sí, ¿y qué?

Viven estresados. Sí, es cierto, da igual que sea laboral o festivo. Un madrileño no anda, corre.
Siempre llegan tarde a una cita. De hecho, nunca se queda a una hora en punto, se queda de 5 a 6, o a partir de las 10. La expresión “en punto” no existe en el vocabulario de un buen madrileño.

Los valencianos

Son unos corruptos.

Son muy fiesteros. Valencia con seguridad es la región con más discotecas por habitante del mundo. Hay hasta “coches-discoteca”.
Adoran la pólvora. Fiestas populares, carreras de motos, fallas, bodas, bautizos, comuniones… Da igual, un valenciano te planta unos petardos hasta en un funeral.

Los baleares

No son baleares, lo primero que tienes que saber de un balear es que o es mallorquín, menorquín, ibicenco… Baleares son las islas.

Son cerrados como todo el que viva en una isla turística. Es normal que no se abran mucho a una persona que va a pasar allí el verano y en septiembre si te he visto no me acuerdo.
Son muy suyos. Pues sí, como no lo van a ser, teniendo Mallorca, Menorca, Ibiza, Formentera y Cabrera.

Los extremeños

Son conquistadores. El extremeño cuando sale de la tierra ya sabe a lo que va. Hay zonas de Cataluña, País Vasco y Madrid totalmente conquistadas hoy en día.

Hablan muy raro. Sí queridos extremeños, tenéis una mezcla de acentos muy rara que a veces os hace incomprensibles.
Son muy rústicos, campesinos, aldeanos, pueblerinos. ¡¡Si!! ¿Y qué tiene eso de malo? Al extremeño le gusta trabajar en el campo y vivir en él.

Los andaluces

Son unos catetos y vagos y muy muy exagerados.

Son devotos. Los andaluces no pasan un santo por alto, todos tienen que celebrarse.
Son graciosetes y eso no lo niega nadie. El andaluz es gracioso y guasón por naturaleza, ahora, como te encuentres a un andaluz sieso, es el más sieso de toda Europa.

Los murcianos

Le echan limón a todo, da igual que sea un Gintónic o una sopa de cocido, un buen murciano siempre pedirá limón para aderezar sus comidas y bebidas. Hasta el limón pocho de la nevera puede valer.
Son un poco de pueblo.
Son la huerta de España y a mucha honra. Quizás hasta llores cuando pruebes un tomate murciano.

Los canarios

Tienen su propio biorritmo. El canario no es lento, observa los detalles. ¿Acaso hay prisa? Vivir a una hora menos que la península te da otra perspectiva del mundo.

Tienen un acento muy divertido. Primero tienes que descifrar que son canarios, porque pensarás que son colombianos, venezolanos, cubanos…

Son muy guapos/as. Ellos no tienen esa obsesión peninsular por tomar el sol y escapar a la playa cada fin de semana, vienen de serie con el “kit” completo.

Adaptado de: http://bloginmadrid.com/topicos-de-espana-aqui-se-libra-ni-dios/

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